
Asfixiado por la situación, y aconsejado por sus amigos y familiares, el todavía intendente de Santa Rosa, Sergio Salgado, anticipó su renuncia. Según se sabe, la misma fue trasladada por su secretario de Gobierno, Alberto Roza, desde la celda de su jefe al Concejo Deliberante.
El escrito fue elaborado por su asesor legal, quien se lo hizo llegar a la celda de Contraventores para que el intendente estampe su firma. Ahora la pelota la tiene el Concejo Deliberante, que podría aceptarla o también rechazarla y avanzar en su destitución.
Hay incertidumbre sobre quien sucederá a Salgado. Por un lado, la presidenta del Concejo Deliberante Norma Trigo, a quien correspondería esa obligación, no ha manifestado aún públicamente al menos, que es lo que hará.
La UCR provincial anoche expresó su deseo de que se haga cargo de la intendencia un dirigente del mismo partido para «respetar la voluntad popular» de Santa Rosa.
El vicepresidente 1º, Celso Reta, habría expresado que tampoco tiene deseos de asumir, en caso de que desista Trigo.
Y en el orden de autoridades, sigue Antonio Ponce (PD), que no se ha manifestado al respecto.
El fiscal Especial Santiago Garay, ordenó la detención de detener a Salgado y algunos de sus funcionarios y ex funcionarios(Franco Ojeda, Juan Trigo y Walter Funes) acusados de «asociación ilícita agravada, peculado, emisión de cheques sin fondo y administración fraudulenta.
Salgado estuvo durante 3 días prófugo, hasta que ayer superado por las circunstancias y acorralado por la justicia, decidió entregarse.
Foto: Departamento creativo Tiempo del Este