
La reparación provisoria que Vialidad terminó la semana pasada en el puente que está sobre Santa María de Oro, duró poco. Las crecientes, bastoneadas por las intensas precipitaciones, dieron cuenta en la madrugada del lunes de la solución “temporal”, tal cual se la había calificado.
Ese puente, ubicado sobre Santa María de Oro y que comunicaba con calle Nueva Gil, sorteando el río Tunuyán, requiere de una solución más estructural. Ante la imposiblidad financiera de hacerlo a nuevo, la Dirección Provincial de Vialidad aguarda por mejores condiciones climáticas para colocar los nuevos caños de hormigón, que constan de 2 metros de diámetro y están dotados de una mayor envergadura para que fluya el agua torrentosa.
A los caños viejos, la corriente los arrastró hasta destruírlos, y el by pass ideado por la DPV también corrió la misma suerte.
Desde Vialidad sostienen que una vez comenzado el trabajo, la obra demandará unos 30 días de tareas y que los caños de metal que arrastró y deformó el agua van a ser reemplazados por caños de hormigón de 2 metros de diámetro, más pesados y resistentes.
En tanto los vecinos, aguardan con expectativa que mejoren los días y así llegue la solución para transitar por el lugar, evitando dar un rodeo de varios kilómetros para llegar a la ciudad de Rivadavia.