
El paro convocado por la CGT tuvo pocos efectos en Mendoza y se sintió fuerte en Buenos Aires. Sin embargo, hay un hartazgo social que se refleja en la escasa confianza social hacia los convocantes. Sin discutir la legitimidad del reclamo, este tipo de medidas de fuerza, llevan a la reflexión de que ningún país en el mundo logró su progreso en base a ellas. En municipios y comercios de la zona Este, la medida pasó desapercibida.