
El radical Javier Fornasari asumió al frente del Comité departamental, reemplazando a Lucio Gutiérrez, en un acto al que asistió el presidente del Comité Provincia, Rodolfo Suárez y Miguel Ronco, intendente municipal.
El acto se desarrolló en el comité departamental de la calle Wenceslao Núñez, en el que antes de su comienzo se proyectó un emotivo video que refleja los valores y la historia del centenario partido y al que asistieron, además de numerosos militantes el Vicepresidente de Aysam, Gerardo del Río, legisladores, concejales, funcionarios del gabinete municipal, y dirigentes socialistas del Frente Cambia Mendoza.
También se produjo el formal recambio de autoridades del comité de la juventud del radicalismo y hubo una concurrencia que hizo quedar pequeño al local de los radicales.
Suárez reivindicó el rumbo del gobierno provincial y nacional, y pidió “coraje para hacer las transformaciones que la sociedad nos demanda”.
Por su parte, Javier Fornasari destaco que para él significa este nuevo desafío un “honor y compromiso y se congratuló porque “en Rivadavia, hace tiempo que la gente confía en este partido y en sus hombres para gobernar, para insuflarle a nuestra comunidad los valores de honestidad, progreso y solidaridad y buena administración, que hoy son marca registrada en el municipio y que toda la provincia de Mendoza reconoce”.
Reivindicó el rumbo provincial y se esperanzó en recuperar la senda provincial con la gestión de Alfredo Cornejo y “ver de pie a nuestros productores, obreros rurales, docentes, trabajadores y emprendedores” y que también apoyan el cambio nacional en una nación lastimada “por la corrupción, el abuso y el autoritarismo”.
Ventiló la obsesión que, a su entender, tienen los radicales: “Hacer de la Argentina una nación grande, con valores y donde todos estén incluidos con educación y trabajo. Las injusticias que aún hoy sufren muchos de los argentinos, son el motivo de nuestra incansable persistencia”.
Y finalizó con una frase de Arturo Illía: “Ser radical es difícil, pero vale la pena serlo”.