
*Por Antonella Piai
Del 1 al 7 de agosto se celebra la semana Mundial de la Lactancia Materna 2024. El lema propuesto por la WABA (Alianza Mundial Pro Lactancia Materna) es: “Cerrando la brecha: apoyo a la lactancia materna en todas las situaciones”.
Se sabe que la leche humana es un tejido vivo, que se modifica y adapta a las necesidades del bebé. Es el único alimento que varía su composición a medida que el niño/a crece y se desarrolla. Es el alimento perfecto.
Según Encuesta Nacional de Lactancia (ENaLac) 2022 situación de la lactancia en la Argentina. Dirección de Salud Perinatal y Niñez, se observó que:
- Aprox. 9/10 niños de 0-6 meses recibían lactancia (91,7%), y la mitad lo hacía en forma exclusiva (53,2%); A su vez, el porcentaje de lactancia exclusiva (LE) desciende a medida que aumenta la edad de los lactantes, pasando de 53,5% a 44,6% en los niños de 2-6 meses, respectivamente.
- La disminución de la lactancia exclusiva, se acompaña por un aumento de la lactancia parcial, mostrando que, ante la ausencia de LE no necesariamente se desteta a los niños/as.
Según la encuesta de Voices para la Liga de la Leche sobre mitos y creencias de la lactancia materna en Argentina, una de las problemáticas acerca de los bajos índices de la lactancia materna exclusiva, es la desinformación respecto a la leche de formula.
La mayoría de los consultados refirió creer que la fórmula contiene anticuerpos vivos y que no conlleva riesgos en la salud del bebe, más allá de malestar digestivo y que incluso tiene más beneficios que la leche humana en términos de practicidad.
De las miles de sustancias beneficiosas conocidas que contiene la leche humana, la industria de la alimentación infantil apenas ha conseguido producir y añadir a sus fórmulas artificiales unas pocas decenas. Y aún quedaría por añadir las que todavía no se conocen.
La industria ni añade ni puede añadir inmunoglobulinas, ni lactoferrina humana, ni lisozima, ni otra serie de proteínas y oligosacáridos que son fundamentales para el sistema inmunitario que nos defiende de agresiones infecciosas y errores inmunitarios, que son el origen de muchas enfermedades crónicas del adulto.

La leche humana tiene múltiples beneficios, no solo para el bebé, sino también para la mamá e incluso para la comunidad. Entre ellos podemos mencionar:
Beneficios para el bebé: ayuda a la formación de su sistema inmunitario, es sencilla de digerir, favorece el desarrollo óseo, está siempre a la temperatura adecuada, mejora el desarrollo de la visión, favorece el vínculo, protege su intestino, disminuye el riesgo de enfermedades infecciosas, reduce el riesgo de anemia, obesidad, diabetes, apneas prolongadas y muerte súbita del lactante, entre otros.
Beneficios para la madre: favorece la retracción del útero posparto, fortalece el vínculo, brinda protección contra la osteoporosis, disminuye el riesgo de depresión posparto, artritis reumatoide, afecciones cardíacas y cáncer de ovario, mama y cuello de útero, entre otros
Beneficios para la comunidad: protege el medioambiente al minimizar los desperdicios, disminuye el ausentismo laboral remunerado de las madres, favorece la economía familiar, es gratuita y se encuentra siempre disponible.
¿Qué son las Puericultoras?
Las Puericultoras somos agentes de salud que acompañamos a las mujeres y familias en lo que tiene que ver principalmente con la lactancia materna, brindando recursos y herramientas para aquellas mujeres que presentan dificultades al amamantar, o bien tienen dudas o consultas sobre temas sobre armado de banco de leche en casa, destete respetuoso, entre otros.
El trabajo que realizamos es interdisciplinario, es decir se realiza en conjunto con otros profesionales de salud como pediatras, obstetras, nutricionistas, fonoaudiólogas, entre otros. El rol de la Puericultora es fundamental en los centros de atención primaria, maternidades, etc. Para que todas las personas que amamantan puedan tener acceso y reciban la información necesaria para lograr la lactancia que desean.
La lactancia materna no es sólo responsabilidad de la persona que amamanta, sino también de toda la sociedad, desde la familia, hospitales, centros de salud, jardines de infantes y políticas de Estado que promuevan acciones para favorecer el sostenimiento de la misma.
*La autora de la nota es Técnica Puericultora Universitaria, egresada de la Universidad Juan Agustín Maza. Se desempeña en consultorio de lactancia materna de los centros de salud que corresponden a la Municipalidad de Godoy Cruz. Docente adjunta de la carrera de Puericultura de la Universidad Maza.