La medida forma parte de un plan integral de seguridad que incluye control de accesos, bloqueo de señales, educación y trabajo intramuros.
El Gobierno provincial inició la destrucción de 5.000 teléfonos celulares incautados en las cárceles mendocinas. El operativo se desarrolló en la playa de secuestros del Servicio Penitenciario y contó con la colaboración de la Municipalidad de Godoy Cruz, que aportó una aplanadora para destruir los dispositivos y garantizó el manejo responsable de residuos a través del programa de gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE).
En el acto estuvieron el Gobernador Alfredo Cornejo, la vicegobernadora Hebe Casado; la ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus; el subsecretario de Tecnología Aplicada a la Seguridad, Leandro Biskupovich; el director del Servicio Penitenciario, Eduardo Orellana; la subdirectora del Servicio Penitenciario, Alejandra Llarena, y el intendente de Godoy Cruz, Diego Costarelli.
Esta acción se enmarca en la política iniciada por el Ministerio de Seguridad y el Servicio Penitenciario para retirar, desde 2024, los celulares que de manera excepcional habían sido autorizados durante la pandemia de COVID-19 y que permanecieron en los establecimientos penitenciarios por casi tres años. Fue el primer paso de un proceso destinado a reforzar la seguridad intramuros.
El pasado 1 de abril, el mandatario y la ministra anunciaron un nuevo sistema integral de control penitenciario que incluye cuatro pilares fundamentales: control unificado de accesos, bloqueo selectivo de señales de celulares, nuevo sistema de videovigilancia e incorporación de equipos de radiocomunicación. El objetivo es prevenir el ingreso de elementos prohibidos y cortar los vínculos ilegales entre internos, personal penitenciario y personas externas.
Luego de finalizar la actividad, el Cornejo destacó la importancia de la destrucción de los celulares decomisados en las cárceles mendocinas. “Estamos destruyendo un montón de teléfonos móviles incautados en la penitenciaría. Tras el decomiso, y una vez que los aparatos quedaron limpios, se pasó a la eliminación total de esos teléfonos. Asistimos a la primera de estas destrucciones masivas”, señaló.
Por su parte, Rus señaló: “Esto tiene que ver directamente con la seguridad de Mendoza y con un plan que iniciamos desde el principio de la gestión, que tenía que ver con no más celulares en las cárceles, pensando en que a través de ellos también se cometen delitos hacia afuera”.