Con 36,5 km de extensión, la nueva traza ya está en funcionamiento y permitirá descomprimir el tránsito en el Área Metropolitana, prevenir accidentes y reforzar la seguridad vial.
Con la habilitación de la Variante de Palmira, Mendoza suma una de las obras viales más trascendentes de las últimas décadas. La traza de 36,5 kilómetros transformará la logística provincial y nacional, al desviar el tránsito pesado de los accesos metropolitanos y potenciar la conectividad hacia Chile y el Sur de la provincia.
Por el lugar transitaron el Gobernador Alfredo Cornejo; el ministro del Interior de la Nación, Lisandro Catalán; el ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, y la subsecretaria de Infraestructura y Desarrollo Territorial, Marité Badui.
El proyecto, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ejecutado por el Gobierno Nacional, había sufrido demoras en su desarrollo. Sin embargo, gracias a las gestiones realizadas por la Provincia, se reactivó y se concretó, garantizando que un plan estratégico no quedara inconcluso.
Entre los principales beneficios de la nueva vía se destacan el ahorro de 25 kilómetros en el recorrido actual, mayor seguridad vial en el Acceso Este y la RN40, y un fuerte impulso al corredor bioceánico, clave para el transporte de carga pesada y la competitividad regional.
El ministro de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial, Natalio Mema, destacó que la habilitación se dio en un contexto de urgencia por la situación del Acceso Sur. “Nosotros solicitamos al Gobierno nacional la apertura de esta ruta. La empresa a cargo hizo lo posible por adelantar los tiempos, porque era necesario habilitarla al tránsito. La obra ya estaba lista y hoy tenemos más de 30 kilómetros que atraviesan un sector inhóspito y que vienen a dar una solución concreta a la congestión del tránsito vehicular en el Gran Mendoza”, expresó.
El funcionario resaltó que la obra impactará directamente en la calidad de vida de los mendocinos. “Con esta habilitación logramos sacar de los accesos metropolitanos a los casi 1.500 camiones diarios que cruzan hacia Chile. Esto significa menos congestión, menos accidentes y más seguridad vial. Además, el ahorro de 25 kilómetros y de tiempo de viaje es sustancial, tanto para el transporte de cargas como para los automovilistas”, remarcó.