En el día de ayer falleció Alfredo Sierra, figura relevante del canto popular mendocino.
Con enorme tristeza en las redes sociales se despide a uno de los cantores populares más respetado del Este mendocino, el querido Alfredo Sierra, “el Alfredito” para quien esto escribe.
Y esas muestras de dolor que hemos leído tienen una razón de ser que sobresale en cada comentario, la unión entre el respeto y la admiración por el artista y su obra, con ese maravilloso don de buena gente que regalaba con solo conversar con él.
Los recuerdos personales vienen en catarata. El honor de haber cantado juntos en la obra Música Regional del Este Mendocino, con su Tonada por San Martín, las interminables charlas en su casa, mate de por medio, donde con pasión y orgullo me mostraba sus canciones y me contaba de su trayectoria y el enorme agradecimiento que tenía, exagerado creo yo, con un par de notas que le hiciera para Tiempo del Este y que según su opinión, lo habían sacado del olvido, por solo nombrar unos pocos.
Por suerte los reconocimientos le llegaron en vida, algo que no es habitual por estos lares. Basta citar uno, la Escuela Artística Vocación N° 5-024 de San Martín, lleva su nombre, con lo que se paga, en parte, todo el legado dejado para las futuras generaciones.
Un poco de historia
Nació en la Ciudad de Mendoza, y cuando tenía 3 años, sus padres se instalan con un negocio en San Martín frente de lo que era el viejo hospital. Alfredo heredó el gusto por el canto de su madre y ya desde muy pequeño pudo acompañarla a cantar en radios provinciales cuando apenas contaba con 14 años. Luego se lanza como solista cantando en LV 10, donde fue acompañado en guitarras por Tito Francia y Martín Ochoa nada menos, y en escenarios mendocinos como el Casino y el Jockey Club. Tiempo después forma un trío en San Martín llamado Los Marinos, con Alberto Fallace y Catanessi, de corta duración, lo que da paso a formar un dúo con su hermana Raquel, llamado Los Ruiseñores de Cuyo con quien obtiene el Cosquín de 1980 y ganan numerosos festivales provinciales. En una actuación en Radio Nacional comparte audición con Ecos del Ande lo que cambiaría la historia artística de éste trovador.
Los hermanos Armando y Daniel Talquenca contratan al dúo para actuar en la Peña La Tranquera. En los momentos de distensión de las presentaciones éstos cantaban con otro grande de la música provincial como Jorge Viñas. Al poco tiempo sumaron a Alfredo y así surgió el cuarteto que renovaría la música folklórica de Mendoza, Ecos del Ande.
El grupo tuvo un gran éxito en Chile donde se radicaron por varios años. Tras el regreso y la disolución del conjunto, Sierra rearma en 1980 el dúo Los Ruiseñores de Cuyo. Luego se dedica a la composición, donde algunas de sus obras formaron parte del Diseño Curricular de la Dirección de Planeamiento Educativo del Ministerio de Cultura y Educación del año 1987.
Gracias maestro
Alfredo Sierra ha partido de gira eterna y lo hizo un 23 de diciembre, en el Día de la tonada, como para darnos una muestra más de amor por nuestra música popular a la que tanto dignificó.
Vuela alto, Alfredito, la poesía y la música de nuestro pueblo te recordarán por siempre.
Por Roberto Mercado