Fue visto por última vez en diciembre pasado. Familiares sienten que la causa está “estancada”.
Se cumplen hoy seis meses desde que Tránsito Donoso (82), un puestero paceño que se iba a trabajar a su campo ubicado en la zona de Cruz del Yugo, desapareció sin que se supiera nada más de él.
Hasta el momento, han sido vanos los esfuerzos de sus familiares, Fiscalía y policía provincial, en intentar develar qué fue lo que pasó con Tránsito, hombre que vivía en un modesto departamento en la villa de La Paz.
Para llegar a “Las Cruces”, el puesto que reclamaba como propio y al que viajaba con periodicidad en su caballo, debía realizar un viaje de unos treinta kilómetros de ida y otros tanto cuando regresaba, casi nunca en la misma jornada.
En los días posteriores a su desaparición fue buscado en ese puesto y zonas aledañas con perros especiales, el helicóptero de la policía, y hasta baqueanos, pero solo se encontró su caballo y un abrigo que le pertenecía. La zona que se “peinó” fueron centenares de hectáreas, con un resultado infructuoso.
Tres semanas luego de la desaparición de Donoso, fueron detenidos Juan Sebastián Barceló, y Luis Fernando Sánchez padre e hijo, residentes en el departamento de Guaymallén, pero pocos días después fueron liberados por falta de pruebas que los incriminaran.
“A don Tránsito se lo tragó la tierra”, es el comentario más común que se hace entre los muchos vecinos que lo conocían, en la Villa de La Paz. Y entre esos “corre, ve y dile”, suelen haber revelaciones por lo bajo, de algunos que dicen conocer la verdad del tema, y que está vinculada a una vieja disputa de campos en la zona.
La fiscal Mariana Cahiza está a cargo de la investigación, y una de las sobrinas de Don Tránsito, Margarita, en varias ocasiones ha expresado a Tiempo del Este su desazón porque siente que la causa estaba “estancada” y porqué, además, hay personajes que –asegura- tienen que ver con la desaparición de su tío, pero que “están libres como si nada” y que acerca del destino de su tío, si bien teme lo peor, deja todo “en manos de Dios”.