*Por Roberto Mercado (romercado1962@yahoo.com.ar)
La intérprete juninense descolló en la pasada fiesta nacional de la vendimia con su enorme talento y la belleza de su voz
“Cantando al sol como la cigarra, después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra…”, dice la inmensa frase que nos legó María Elena Walsh en su bellísima obra Como la cigarra, y que en estos tiempos de menguada pandemia, adquirió un realismo que nos cala los huesos. Así resultó ser para una de las cantoras más relevantes de nuestra provincia, Gabriela Fernández, juninense para más datos, en la reciente Fiesta Nacional de la Vendimia que se llevó a cabo el pasado 5, 6 y 7 de marzo.
Con esa enorme emoción y responsabilidad que significó volver a cantar en la celebración máxima de los mendocinos, y de manera presencial en el Teatro Griego Frank Romero Day, la intérprete nos contó sobre la experiencia vivida.
“Me siento muy feliz por lo que pasó, que fue ser parte de un proceso y un trabajo en equipo de varios meses. Es uno de los escenarios más imponentes y que te exige una mayor responsabilidad en el proceso artístico y que a su vez te permite un enorme crecimiento personal.
Ni bien me llegaron los temas me parecieron muy potentes y que ameritaba un trabajo interpretativo importante para buscarle la tonalidad que potenciara, desde mi voz, esa interpretación.
No fue sencillo ya que demandó 3 meses de trabajo constante, donde tuvimos 2 meses muy intensos en que se nos complicó mucho la tarea, porque en enero tuvimos muchos casos de covid que desmembró al grupo, el que recién se pudo consolidar casi llegando a la fiesta y así sacar lo mejor de cada músico y música que formó parte…”, comenzó diciendo.
Cantar por ella y por los que no están
En ese “Milagro del vino nuevo”, tal el nombre de la fiesta, Gabriela tuvo momentos de gran emotividad que le exigió mucho control para poder estar a la altura de las circunstancias. Así lo relató:
“Fue realmente muy emocionante volvernos a encontrar los artistas en el escenario y en el proceso en sí. La canción que me tocó fue muy conmovedora.
En un momento de la grabación de las voces yo entraba inmediatamente después de la voz en off de la recientemente desaparecida Gladys Ravalle, cuando dice: -estuve ahí cuando el reloj del vecino se apagó-. Eso me traspasó, nos pusimos a llorar, sobre todo cuando soltó: -estuve ahí cuando las luces del teatro se apagaron-.
Yo tenía que decir: estuve ahí, y empezar a cantar: -si fuimos lejos como un horizonte, etcétera, y por qué cantamos, cantamos porque los sobrevivientes y nuestros muertos quieren que cantemos-. Fue muy fuerte. Impresionante te diría. Hubo que tener mucho control porque entraba a cappella, muy expuesta y en un momento de altísima emoción”.
Los espacios para la mujer
Gabriela Fernández se va transformando en una de las voces que se elevan, no solo desde la canción, sino también desde el reclamo de mayor presencia de mujeres artistas en el escenario. Reclama por el cumplimiento de la ley de cuyo femenino con una posición muy clara y firme.
“Hasta que no cambien ciertas autoridades que están en los ámbitos culturales, como asociaciones, municipios, festivales y se le permita a la mujer tener una voz más presente, no va a haber avances al respecto.
La mujer hoy por hoy ha tomado conciencia de hacer valer sus derechos y es importante que estén, porque la mirada es otra y permite un equilibrio social y visibilizar aún más todo esto que pasa con la violencia de género, por ejemplo.
Yo me siento honrada y a su vez con mayor responsabilidad en el momento de ser convocada, porque puedo pararme con fuerza y claridad en el mensaje para poder representar a la mujer en los escenarios…”, remarcó.
La Gaby cantó al sol en la Fiesta Nacional de la Vendimia, como la cigarra, después de un (dos) año/s bajo la tierra, porque los sobrevivientes y nuestros muertos sabían que podía hacerlo. Y lo hizo de manera brillante también.