Se espera el informe final del Cuerpo Médico Forense para determinar si la joven asesinada fue víctima de abuso sexual. La familia sumó a dos abogados que se constituyeron en querellantes de la causa.
A poco más de una semana de que encontraran el cadáver de Agostina Trigo en un galpón abandonado de la Calle Robert, departamento de San Martín, el caso continúa sin detenidos.
Si bien hubo un hombre que estuvo en la órbita de la causa, y hasta se le tomó una declaración informativa -está entre ser testigo e imputado-, su ADN no coincidió con el material genético recolectado de los restos de la víctima.
Esos rastros, clave para identificar al posible autor del crimen, fueron extraídos de los despojos de piel alojada bajo las uñas y cabellos que se encontraron durante el análisis que practicaron los peritos del Cuerpo Médico Forense (CMF) al cuerpo de la joven madre.
De acuerdo a lo que indicó El Sol, en las últimas horas trascendió que los médicos legistas también encontraron semen en el cadáver. Se trata de un dato no menor para los pesquisas que trabajan en el caso, ya que una de las hipótesis que se manejan es que Agostina pudo ser víctima de un abuso sexual.
Más allá de eso, aún no se ha conseguido demostrar que la chica fue blanco de una vejación antes de ser asesinada, por lo que no descartan que el hallazgo de esa huella genética haya sido producto de una relación sexual consentida, explicaron fuentes allegadas a la instrucción.
Para eso, las autoridades a cargo de la causa, que lidera el fiscal de San Martín-La Colonia Martín Scattareggi, esperan el informe final de la autopsia realizada por los profesionales del CMF.
En paralelo, la familia de Agostina sigue de cerca todos los avances y novedades que se producen en la instrucción, más aún después de que se constituyeron como querellantes a través de sus abogados Maximiliano Legrand y Sebastián Garro.