Así lo manifestó Lucas Beningazza, quien fue designador por la provincia para “normalizar” la institución. Además pidió la ayuda de la comunidad para “revertir” la realidad del club.
Lucas Beningazza (36), que fue designado por el gobierno de Mendoza como interventor del Club Coronel Lorenzo Barcala, aseguró que la institución “en la actualidad se encuentra en un estado de abandono total” y añadió que tiene “mucho entusiasmo” de empezar la normalización de la misma.
Beningazza, ahora deberá abocarse a nombrar un equipo de trabajo para poner al día la documentación y los estados contables de la institución, fundada en 1940 y que está ubicada en el distrito de Alto Salvador.
El nuevo interventor pide responsabilidad a quienes aún hoy están en el cargo para poder “normalizar” la institución, que no hagan las cosas “difíciles y hagan una entrega pacífica de las instalaciones” y no descarta en el futuro que se puedan a volver a reinsertar.
“No hay ninguna actividad deportiva”
Hasta la fecha de la intervención, su presidente era Lorenzo Carmelo Arnal, miembro de una conocida familia de la zona. El interventor designado, destacó que “al Club lo vemos en un estado de abandono total, solo los fines de semana se juntaban solo entre 3 y 5 personas a jugar a las cartas. Desde hace muchos años no hay ninguna actividad deportiva, ni recreativa, ni cultural y tampoco para la tercera edad. Es la triste realidad y es la que vamos a tratar de revertir, no solo de mi parte, sino del grupo que me va a acompañar.

Beningazza remarcó que junto a un vecino ofrecieron su ayuda para revertir la situación, pero que no hubo diálogo: “Este no es el mecanismo que hubiésemos querido para tratar de colaborar con el Club, pero es lo que ellos quisieron: no dialogar. Por eso hace más de 2 años tuvimos que empezar a hacer estas gestiones”.
“Para revertir la situación de este club hay que pedir ayuda a la comunidad en sí, porque esto forma parte de la comunidad no solo de Alto Salvador, sino también de vecinos del barrio López, Chapanay y Tres Porteñas. Hay que buscar nuevos socios y recuperando a los anteriores, formar comisiones y fomentar la participación”, añadió.
“El Club debe ser inclusivo”
Respecto al porqué aceptó el cargo, Beningazza expresó que “nosotros aceptamos hacernos cargo, porque el Club está abandonado y no hay interés de los actuales directivos que lo han manejado durante muchos años en trabajar por la comunidad. El Club debe ser inclusivo y hasta se pueden trabajar en temas de seguridad. Hay que reactivar el deporte como contención social”.
Y para finalizar, exteriorizó que “tenemos muchas ganas de trabajar y todo el equipo tiene muchos deseos de hacer progresar la institución. Por eso nos animamos al desafío y estamos firmes en nuestra idea”.