La profesora Noemí Muñoz, de la escuela 9-001 “General José de San Martín” envió a Tiempo del Este una serie de cartas de lectores redactadas por sus alumnos, como producto del Proyecto Integrado “Tu sangre y la mía, juntas por una vida”. A continuación, compartimos íntegramente una de las misivas:
La donación de sangre es un proceso sencillo que hace una gran diferencia.
Frecuentemente nos enfrentamos a situaciones de emergencia en las que con urgencia se necesita sangre para salvar vidas. En momentos así la donación de sangre se convierte en algo invaluable. Gracias al acto altruista de los donantes, muchas personas tienen una segunda oportunidad en la vida. Sin embargo, los beneficios no son solo para el receptor sino también para el donante, tales como la satisfacción de ayudar a los demás, un chequeo gratuito, entre otros tantos.
Después de nuestra visita al Centro Regional de Hemoterapia pudimos reflexionar sobre la importancia de donar sangre regularmente porque con una sola persona que done, podemos salvar hasta 3 vidas. Por lo tanto, hacemos un llamado a la comunidad para que consideren la posibilidad de ser donantes voluntarios, incluso si tienen miedo a las agujas o si creen que no tienen tiempo. Es importante recordar que cada donación cuenta y puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte para alguien que la necesita desesperadamente.
Según la OMS, en todo el mundo se necesitan aproximadamente 112,5 millones de unidades de sangre al año. Debido a esta necesidad constante, la actual donación no cubre los niveles requeridos.
Donar beneficia también al donante. Cada vez que hacemos una donación de sangre, se libera oxitocina que es la hormona del placer. Se ha comprobado que el nivel de oxitocina en el cuerpo aumenta hasta 80% cada vez que se realiza un acto de generosidad.
Queremos finalizar haciendo una reflexión: la donación de sangre es un acto altruista y solidario que no discrimina edad, género, religión o raza. Cualquier persona, en cualquier momento, podría necesitar este preciado regalo de vida. Al donar sangre, estamos extendiendo una mano compasiva a aquellos que están luchando por su salud y, al hacerlo, podemos generar el cambio que se necesita.
Martina Albino, Thomás Appolonia, Paula Camiona, Pilar Drimáis, Sara Narváez y Guadalupe Rodríguez
Escuela N° 9-001, Gral. José de San Martín