El parte médico oficial señaló que el pontífice falleció a raíz de un ictus cerebral, seguido de un coma y un colapso cardiocirculatorio irreversible.
El Vaticano confirmó que el Papa Francisco falleció este lunes a las 7:35 de la mañana (hora de Roma) en su residencia de la Domus Santa Marta, como consecuencia de un “ictus cerebral” —un tipo de accidente cerebrovascular— seguido de “coma” y un “colapso cardiocirculatorio irreversible”. Así lo indicó el parte médico oficial emitido por la Dirección de Sanidad e Higiene del Estado de la Ciudad del Vaticano.
Según el documento firmado por el médico Andrea Arcalli, director del organismo sanitario vaticano, el fallecimiento fue certificado tras “el rito de constatación de la muerte” y mediante un registro electrocardiotanatográfico, un procedimiento clínico que constata el cese irreversible de las funciones cardíacas.
El pontífice había sido dado de alta el pasado 23 de marzo del Policlínico Gemelli, donde permaneció internado durante 38 días por una neumonía bilateral. Según detalla el parte, ya había presentado “insuficiencia respiratoria aguda causada por una neumonía bilateral multimicrobiana”, además de padecer “bronquiectasias múltiples, hipertensión arterial y diabetes tipo II”.
Estas condiciones preexistentes, señala el documento, contribuyeron a “debilitar su estado general de salud e hicieron imposible su recuperación tras el derrame cerebral”.