Los audios filtrados en los que el funcionario menciona supuestos pedidos de coimas pusieron en jaque al Gobierno, que se despegó de inmediato y ahora busca responsables en su propia tropa legislativa
El escándalo que involucra al exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis), Diego Spagnuolo, sigue generando tensiones en el oficialismo. Los audios filtrados en los que el funcionario menciona supuestos pedidos de coimas pusieron en jaque al Gobierno, que se despegó de inmediato y ahora busca responsables en su propia tropa legislativa
En Balcarce 50 nadie salió a respaldar a Spagnuolo, quien además tenía línea directa con el presidente Javier Milei y era uno de los visitantes frecuentes de la quinta de Olivos. Según fuentes oficiales, su teléfono fue incautado por orden del juez Sebastián Casanello, mientras en Casa Rosada se multiplican las especulaciones.
El Gobierno apunta al flamante bloque “Coherencia”, conformado por los diputados Marcela Pagano, Carlos D’Alessandro, Gerardo González y Lourdes Arrieta, quienes rompieron con el sector que responde a Gabriel Bornoroni en Diputados. Según trascendió, algunos en el oficialismo sospechan que la filtración surgió de ese espacio.
“Los audios salieron en un stream y esa misma noche participaba D’Alessandro”, deslizó un dirigente libertario, alimentando la versión de que el legislador puntano estuvo detrás de la maniobra. También se mencionó el “estilo” de Pagano en relación con filtraciones anteriores que afectaron a Martín Menem
Mientras tanto, Spagnuolo quedó completamente aislado. Desde el Ejecutivo aseguran que sus explicaciones sobre los audios fueron “incongruentes”: primero habló de un montaje con inteligencia artificial, luego de un hackeo telefónico y finalmente dejó de contestar mensajes.
Sin el respaldo de Karina Milei, Santiago Caputo ni del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, su salida se confirmó con un comunicado de la Vocería Presidencial que también anunció la intervención de la Andis y la designación del médico Alejandro Alberto Vilches al frente del organismo.
En el oficialismo admiten que el tema generó “preocupación interna” y que la crisis no está cerrada. La oposición, por su parte, ya adelantó que seguirá de cerca la investigación judicial