La Municipalidad de Santa Rosa y el Gobierno de Mendoza mantienen un fuerte contrapunto por la poda del arbolado público en el departamento. La provincia intimó al municipio a detener los trabajos al considerar que las tareas se realizaron fuera de las condiciones técnicas establecidas, mientras que el municipio defendió el accionar de su equipo.
Desde la Dirección de Biodiversidad y Ecoparque informaron que el municipio contaba con autorización para la poda anual, pero bajo pautas específicas que no fueron cumplidas. Según el organismo provincial, la intervención ocasionó daños irreversibles en 707 ejemplares forestales, la mayoría de carácter irreparable. El Ministerio de Energía y Ambiente señaló que los motivos no son ajenos a la responsabilidad municipal y labró las actas correspondientes.
El municipio respondió que la suspensión de la poda obedeció a una intimación externa y aseguró que su personal es idóneo en la materia, con experiencia de años en la tarea sin perjuicios al arbolado. Además, sostuvo que el trabajo de poda contribuye a evitar caídas de ramas que pueden dañar techos de viviendas.
En este contexto, el Comité Departamental de la UCR Santa Rosa emitió un comunicado donde manifestó “profunda preocupación” por lo ocurrido y por el informe del Gobierno provincial. El espacio político afirmó que el municipio no cumplió con la reglamentación técnica y que ello provocó “daños irreparables en el patrimonio ambiental”.
La UCR remarcó que la protección del arbolado público constituye una responsabilidad colectiva y advirtió que su mal manejo afecta la calidad de vida de los vecinos y el equilibrio ambiental de la provincia.