Según fuentes judiciales, en el escrito Karina Milei rechazó que su planteo inicial haya buscado “censura previa” o eludir la difusión de información sensible.
Después del rechazo generalizado, la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, dio marcha atrás con la demanda judicial en la que había solicitado una medida cautelar para impedir la difusión en medios de comunicación de los audios en los que se la escucha y que, según la causa penal en trámite, habrían sido grabados de manera ilegal en la Casa Rosada
La funcionaria y hermana del presidente Javier Milei informó su decisión al juez civil y comercial Patricio Maraniello, al responder a la apelación presentada por la ONG Poder Ciudadano contra la cautelar.
Según fuentes judiciales, en el escrito Karina Milei rechazó que su planteo inicial haya buscado “censura previa” o eludir la difusión de información sensible.
“La medida cautelar no fue solicitada como una censura previa y, mucho menos, con fundamento en que pudiese existir algo incriminatorio como pretendieron hacer creer y sostuvieron varios operadores”, argumentó la secretaria general de Presidencia en la presentación.
La funcionaria recordó además que los audios forman parte de una denuncia penal en curso, a cargo del fiscal federal Carlos Stornelli, y aseguró que el material “está manipulado y editado con una finalidad propia de crear una operación en contra de mi persona y de mi familia”.
En ese marco, Karina Milei cuestionó el uso periodístico de esas grabaciones: “La libertad de prensa no puede utilizarse ni convertirse en un escudo o protección para la realización de campañas de manipulación de la opinión pública y, mucho menos, para la utilización de audios, escuchas, videos o fotografías obtenidas ilegalmente”.
No obstante, reconoció ante el magistrado que el contenido de los audios, hasta ahora, “no afecta su seguridad, ni los derechos de terceros ni la seguridad nacional, al menos con la información con la que se cuenta actualmente”.
El pasado 1° de septiembre, el juez Maraniello había hecho lugar de manera parcial al planteo de Karina Milei y dispuso la prohibición de difundir el material en medios de comunicación. Ahora, con el desistimiento formal de la funcionaria, esa medida quedará sin efecto.
A pesar del escándalo por las presuntas coimas en la Agencia de Discapacidad a raíz de lo expresado por Diego Spagnuolo, la preocupación en el Gobierno no se centró en el contenido de las grabaciones de Karina, sino en lo que implicaban: la posibilidad de que uno de sus funcionarios hubiese sido espiado durante los casi dos años de gestión. Igualmente, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, culpó a periodistas, a militantes kirchneristas y a una red de agentes extranjeros (rusos y venezolanos).