En menos de 24 horas, la investigación por el crimen del encargado de una finca en San Martín ha tenido varias idas y vueltas. Desde la forma en que mataron al hombre de casi 80 años hasta los nombres de los sospechosos han ido mutando, aunque por estas horas de la tarde de viernes los pesquisas ya están orientados en una dirección precisa.
El cuerpo de Juan Carlos González, de 78 años, fue hallado calcinado en el interior de una camioneta que se estaba prendiendo fuego en calle el Médano, entre Costa Canal y Montecaseros. Un llamado al 911 alertó sobre la situación y se constató el hecho.
De acuerdo a lo que indicó Diario Uno, a víctima del crimen yacía en el asiento trasero y en un primer momento los Bomberos detectaron que tenía un orificio en el cráneo, por lo que sospecharon que había sido ultimado con un arma de fuego. Sin embargo, el primer adelanto del trabajo que realizó el Cuerpo Médico Forense (CMF) descartó ese causal del muerte.
Si bien resta el informe final de la autopsia, en base a los primeros peritajes y a la declaración de varios testigos, es que la lesión en el cráneo se produjo por el mismo calor del fuego. Todo parece indicar que el encargado de la finca fue atacado con golpes de puños y con el mango de un arma blanca -tampoco presentaba puñaladas o cortes-.
Los asesinos lo subieron moribundo a la camioneta y cuando lo trasladaban, el vehículo quedó atascado en una huella de barro en donde finalmente fue encontrado. Por eso es que fue incendiado en el lugar. Se cree que había presencia de humo en los pulmones de la víctima del crimen, por lo que sospechan que estaba vivo cuando ardió el fuego
Ya en la mañana de este viernes se informó la detención de uno de los trabajadores de la finca donde Juan Carlos González era el encargado. Sin embargo, nuevos testimonios -incluido el de este empleado- apuntaron hacia otros dos hombres que ejercían sus labores en el lugar y están siendo buscados por las autoridades. El primer aprehendido fue liberado sin imputaciones.
El caso, que es liderado por los fiscales departamentales Oscar Sívori y Martín Scattareggi, apunta que el crimen se produjo tras una rencilla en la finca motivada porque Juan Carlos González había amenazado con despedir a esos dos empleados debido a su mala calidad de trabajo.