*Por Sofía Marlene Cárdenas (soberania.psiclica@gmail.com)
Como seres humanos, tenemos la capacidad de poder tomar decisiones y elegir frente a muchos aspectos de nuestras vidas. Me pregunto, ¿por qué en algunas situaciones estas decisiones son más tenidas en cuenta que en otras? Al parecer muchas veces que nos enseñaron que “insistir” estaba bien, que para “ganarme” a otra persona tenía que ir en búsqueda de un sí, por más de que su respuesta fuera un no.
Desde que somos niñxs, el consentimiento forma parte de la Educación Sexual Integral, y es fundamental para garantizar el respeto y cuidado del propio cuerpo, potenciando el conocimiento de sus derechos.
Pensar en el consentimiento nos traslada a pensar en la importancia de terminar con los tabúes y crear espacios seguros para hablar sobre el tema.
¿Qué significa “consentimiento”?
El término implica aceptar activamente o estar de acuerdo con participar de una actividad con otras personas: entendiendo por esta, a cualquier cosa que involucre mi cuerpo (mi persona). Podemos pensarlo como un acuerdo que requiere tanto de la comunicación de tus expectativas, límites y deseos, como del entendimiento y reconocimiento de estas preferencias.
El consentimiento debe ser:
- Libre: sin estar bajo presión, manipulación o efectos de cualquier sustancia.
- Reversible: poder cambiar de opinión en cualquier momento o situación.
- Informado y entusiasta: conocer lo que va a suceder y acceder a lo que cada persona quiera.
- Específico: decir que Sí a algo, no significa que hayas dicho que si a todas las acciones posibles.
¿Cómo sé si tengo el consentimiento de otra persona?
La mejor manera es preguntándole. La comunicación es fundamental, no intentes suponer si no has recibido una expresión explicita por parte de la otra persona.
“No”, “no sé” o silencio no es consentimiento: este siempre implica comunicación y acuerdos entre las personas involucradas. Por ende, sepamos que la falta de consentimiento es violencia. El consentimiento es la base de cualquier relación.
Hay analogías, muy claras y útiles, que podemos utilizar para explicar la importancia del acuerdo frente al consentimiento: como el video “Consentimiento sexual explicado con té”.
*La autora de la nota es educadora, psicóloga y sexóloga (MP 4232).