La sospechosa tiene 34 años. La niña cuenta detalles de agresiones sexuales con penetración pero los estudios médicos no muestran lesiones físicas compatibles con el relato. Esperan más pericias.
Un caso de abuso sexual muy poco habitual es investigado por la Unidad Fiscal de Rivadavia-Junín: una mujer de 34 años ha sido detenida y acusada de haber abusado sexualmente de su hija de 10 años.
Según publicó Los Andes, los investigadores se encuentran esperando las pericias psicológicas de la mujer detenida, al tiempo que el defensor de la mujer ha solicitado que le den a su clienta la prisión domiciliaria, beneficio que está a la espera de resolverse.
La investigación está en curso ya que si bien hay un relato de la menor que resulta creíble, las pericias físicas no respaldan del todo el relato. La niña cuenta detalles de agresiones sexuales con penetración pero los estudios médicos no muestran lesiones físicas compatibles con el relato. Por eso, los investigadores se encuentran expectantes, a la espera de las pericias psicológicas de la acusada y por ahora no descartan ninguna hipótesis de trabajo.
La mujer fue imputada por los delitos de “abuso sexual con acceso carnal en concurso con abuso sexual simple agravado por el vínculo y por la guarda” y se encuentra detenida en la cárcel de mujeres.
El caso se conoció luego de que la pequeña le contara a algunos parientes que era sometida a distintos abusos por parte de su madre, con quién vivía junto a un hermano.
Estas presuntas agresiones –tocamientos y penetraciones con los dedos- se habrían producido en varias ocasiones, cuando madre e hija estaban solas en una vivienda ubicada en Rivadavia, durante los últimos años, luego de que la mujer se separara.
De acuerdo a lo que indicó Los Andes, los parientes denunciaron el caso en la fiscalía del Este provincial y quedó en manos del fiscal Carlos Giuliani, quien arrancó la investigación y el jueves pasado, con algunas pruebas reunidas ordenó la detención de la sospechosa.
En una audiencia preliminar supervisada por especialistas del Programa Provincial del Maltrato Infantil (PPMI) la presunta víctima relató algunas instancias de abusos y con este material se ordenó una cámara Gesell en la que la niña contó haber sido abusada en varias ocasiones por su progenitora, con tocamientos y penetraciones.